domingo, 17 de septiembre de 2017

Reseña de: «Talbot. Mi segunda vida».

Esther G. Recuero
Precio: 12,84 €
Número de páginas: 290
Autopublicación
Fantasía juvenil


«Antes de convertirnos en inmigrantes europeos los Talbot poseíamos un circo, lo anunciábamos como “Circo Talbot. Andentrarte en un mundo de pesadillas y horrores”, y su carpa de lona negra daba cobijo a una pequeña parte del clan familiar».

SINOPSIS OFICIAL

El mundo de James se pondrá patas arriba tras tener que renunciar a su vida circense y adaptarse a una tranquila existencia en el pequeño pueblo de Thorndike. 

Mientras que el resto de su peculiar familia parece sobrellevar bien el cambio, James se resiste a dejar de lado lo que es. La función llegó a su fin y con ella los años de ser una estrella bajo la carpa, de ir por ciudades y pueblos, rodeado de los suyos. Ahora intentará pasar desapercibido siendo un chico normal y corriente; aunque eso parece ser más complicado de lo que esperaba.

Y es que nadie dijo que ser un hombre lobo adolescente sería fácil.

MI OPINIÓN

El cambio de haber dejado el circo y Europa, el haberse trasladado a Estados Unidos, a un pequeño pueblo al que tienen que aprender a adaptarse… en definitiva, el haber modificado por completo su estilo de vida es un gran cambio para James y su familia, que no son gente normal. No porque sean circenses, sino porque son seres sobrenaturales. Y pasar desapercibidos entre los humanos no les resulta tan sencillo.

Escrito en primera persona desde el punto de vista de un adolescente, en un tono ligero, Talbot. Mi segunda vida relata con una prosa y un lenguaje simple una historia juvenil paranormal, lineal y sencilla, que casi parece por estilo y forma una parodia de este tipo de novelas fantásticas.

Esta novela presenta a muchos personajes, aunque la historia gira alrededor de James, el protagonista. James, además de ser un hombre lobo, es un adolescente bastante creído, tozudo y muy egocéntrico, con muy mal genio y una forma de pensar un tanto machista que se defiende a duras penas debido al «instinto animal» que se deriva de su condición. Bastante enamoradizo, es muy reacio a aceptar que ahora que su familia y él se han retirado del negocio circense debe de integrarse entre los humanos y ocultar su parte sobrenatural, por lo que trata de no relacionarse mucho con el resto de alumnos de su colegio y solo tiene un amigo, Joe.
Joe es otro de los personajes más desarrollados, un chico friki, divertido y alocado, aunque también bastante tímido ya que sufre acoso escolar por parte de algunos de sus compañeros y por ello trata de no destacar demasiado.
Respecto a la familia de James, esta es variada y muy amplia: están sus padres (su padre, un hombre lobo como él, su madre, una bruja), su hermano mellizo Wallace (un vampiro y el personaje con más sentido común de todo el libro, al que el resto pisotea a su antojo), sus primos… Todos ellos con características sobrenaturales distintas (la genética es un tanto caprichosa en esta familia).
Los personajes, en su mayoría los secundarios aunque de esto también peca a veces el protagonista (que debería ser menos plano de lo que resulta), podrían tener más profundidad de la que tienen, ya que a pesar de que en la novela se dan algunos detalles diferenciadores entre ellos, quedan poco explorados, como un simple complemento sin demasiada relevancia, y el papel de muchos de ellos, a quien se les mienta con nombre y apellidos queda en mera mención, además de que muchas de sus acciones son completamente ilógicas.

Talbot. Mi segunda vida es un libro muy simple y fácil de leer, con un argumento tópico y una historia llena de clichés socioculturales (y, hay que reconocerlo, un tanto machistas y retrógrados en varias ocasiones, como cuando el protagonista habla de sus compañeras o se refiere a ciertos comportamientos que podrían ser mal vistos y ridiculizados porque no son «masculinos») que sigue las aventuras del protagonista.
La historia gira en torno a James, un hombre lobo que intenta adaptarse a su nueva vida en un pueblo lleno de humanos a quienes no puede desvelarles lo que él y su familia son, y el argumento se conduce a través de sus amoríos y su proceso de adaptación al pueblo, así como la relación de su familia con los humanos. Al principio el protagonista no se relaciona mucho con el resto de sus compañeros, no solo porque como todo adolescente que acaba de empezar un nuevo instituto se sienta apartado, sino por ciertos prejuicios hacia los humanos, pero a medida que avanza la historia comienza a socializar más, sobre todo estrechando su amistad con su amigo Joe, y desarrolla los típicos problemas que todo adolescente tiene, sobre todo con el sexo opuesto: la rivalidad por la atención de la chica, los triángulos amorosos, la obsesión… y la completa falta de sentido común en los temas que rodean a su «elegida».
Respecto a la historia de amor, por llamarla de algún modo, que motiva al protagonista y desarrolla la práctica totalidad del libro, resulta abusiva y arrastra a los personajes envueltos en ella a una espiral de acciones desproporcionadas donde se trata a la chica como una propiedad que pertenece a quien la ha visto antes, se haya hablado o no con ella e ignorando lo que esta sienta, y donde todo aquel que se interponga entre el objeto de deseo y su «cazador» puede acabar muy malparado.
La premisa principal de la novela podría resultar interesante para un público joven, pero el ritmo de este libro es lento al principio debido a que la historia es muy explicativa y avanza a trompicones, ya que se abren muchos hilos distintos que en su mayoría quedan sin resolución (como la del circo o la de Lavinia, una de las primas de James), se enuncian sucesos que no tienen relevancia para la trama, cosa que puede ralentizar la lectura, o se realizan diálogos que no llevan a ninguna parte (además de la elección de vocabulario, que fuerza demasiado la sobrenaturalidad de los personajes para demostrar que son especiales), pero alrededor de los dos últimos capítulos se hace cada vez más apresurado y resulta en un final un tanto abrupto. 
Otro problema recae en la corrección y maquetación del libro: quitando unos cuantos fallos de maquetación, que tampoco son tan graves, habría que hacer una gran revisión ortotipográfica en la novela, ya que hay muchas erratas, fallos de concordancia y errores de puntuación que se podrían subsanar fácilmente con una corrección más exhaustiva.

Talbot. Mi segunda vida es un libro fácil de leer, escrito en un tono un tanto peculiar. Tiene una idea que podría haber resultado interesante, pero al reproducir lo que usualmente se da en estos libros, acaba siendo tópica. Como comedia, parodia de novelas paranormales, podría haber sido buena, ya que el punto de humor, intencionado o no, se encuentra ahí, pero no tiene la misma fuerza como novela seria.

Agradecimientos a la autora, quien me proporcionó una copia del libro.

3 comentarios:

  1. ¡Hola!
    Me gustaría leerlo ya que no se parece nada a lo que acostumbro leer 💚

    Gracias por la reseña,
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola!
    Tal y como lo has explicado (todo muy claramente) no tiene muy buena pinta. No me importa tanto que sea una lectura simple, sino el hecho de que tenga tanto cliché y tópicos que perpetúan las relaciones de poder y patriarcales. Da mucha pereza seguir leyendo literatura que, si ni siquiera aporta algo nuevo en eso, no merece la pena.

    Y sobre las erratas, también es lo malo de la autopublicación, que si no cuentas (como supongo que ha podido ser) con ayuda de editores o correctores, sale el libro como sale por muchas veces que se lea...

    ¡Gracias! :)

    ResponderEliminar
  3. ¡Hola, Camsita!
    Hacía mucho que no me pasaba por tu blog jejeje me gusta cómo te ha quedado al final el diseño, y más teniendo en cuenta la lata que te dan estas cosas. En cuanto a tu reseña infinita, ya sabes que tengo muchos libros por leer y que aunque lo hubieras pintado como el mejor libro del mundo, ahora mismo priorizo en los que tengo (y va para largo... muy largo), pero bueno, he visto que también a medida que avanzaba la reseña tampoco valía tanto la pena.
    *Ese maravilloso momento en el que no sabes si algo de lo que has dicho en el comentario tiene algún sentido*
    ¡Un besito! :)

    ResponderEliminar

¡Gracias por tomarte tu tiempo para dejarme un comentario!
Decir solo dos cositas:
1. Suelo devolver todos los comentarios, aunque puede que tarde un poco.
2. Por favor, evita el SPAM o si lo haces, que sea sutil. Soy demasiado perezosa como para empezar a moderar comentarios y no quiero empezar ahora.
Dicho esto, ¡adelante!